Condicionamiento Clásico:
El famoso perro de Pavlov.
Consiste en la asociación de un Estímulo Incondicionado (EI) con un Estímulo Condicionado (EC).
En el caso del perro, se le administraba la comida (EI) mientras se hacía sonar un metrónomo (EC).
Ocurrió finalmente, que con solo el sonido del metrónomo, el perro ya se preparaba para comer (salibaba); siendo esta la Respuesta Condicionada (la respuesta incondicionada es la que se le da al estímulo incondicionado)
En este caso, se dio un condicionamiento de demora, es decir, EC (metrónomo) está presente al menos hasta que se administra la comida (EI).
A pesar de que hay otras maneras de hacerlo, como por ejemplo, dejar un tiempo entre el EC y el EI (condicionamiento de huella) invertir el orden (condicionamiento hacia atrás), o hacerlo a la vez (simultáneo), el de demora es el más efectivo.
Si se diese el caso de que se presenta varias veces el EC sin presentarse el EI, daría lugar al fenómeno de la extinción.
La extinción, no es sinónimo de olvido (aunque puede ser lo que estés pensando). Este fenómeno en verdad implica aprendizaje. Es decir, asocia el EC con la no aparición del EI.
Las explicaciones de que extinción no es igual a olvido podrían ser la desinhibición, la recuperación espontánea o la renovación de la RC. (Es algo bastante más complejo, a lo que se debería de dedicar un artículo únicamente para ello)
Condicionamiento Operante
Para ponernos en el tema, el término operante hace referencia a que la persona opera sobre el ambiente. Es decir, aquí relacionamos respuesta/ambiente (ley del refuerzo)
Su temática se basa en que si una respuesta beneficia al sujeto, esta respuesta se reforzará. Y si la misma, le perjudica, tendrá lugar su reducción/desaparición.
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